lunes, 25 de octubre de 2010

PAUTAS DE ORACIÓN: LA ESCUELA DE APÓSTOLES UN CAMINO DE AMOR

En semanas anteriores hemos hecho un recorrido por las verdades de fe que hemos recibido en este año y medio de formación. Ahora somos más conscientes de la fe que hay en nuestro interior, de lo que hemos asimilado; seguramente que nuestra fe se ha incrementado en este camino de ser apóstoles, discípulos y misioneros. Nos hemos encontrado con un Dios con rostro distinto al que nos imaginábamos, ha crecido nuestro amor por Él, ha cambiado nuestra forma de relacionarnos con los demás y también los valores y criterios que teníamos antes de vivir este proceso. Pero ahora podemos preguntarnos: ¿En qué punto estamos? ¿Te sientes ubicado en tu camino de fe? ¿Sabes qué obstáculos te falta por vencer y en qué punto de esta carrera estás? (Filipenses 3,12-14). En esta semana nos dedicaremos a evaluar nuestro camino en la escuela de apóstoles, qué ha quedado en nuestra vida no sólo con respecto a las verdades de fe, sino con respecto a nuestros valores y experiencias profundas que hemos tenido en este recorrido con Cristo.


LUNES: DE TI RECUERDO TU CARIÑO JUVENIL
El primer momento de este recorrido es el encuentro que cada uno hemos vivido con Dios. En un momento determinado de nuestra vida hemos experimentado este encuentro que ha marcado un antes y un después; así como a los primeros discípulos de Jesús (Juan 1, 35-39) y tantos otros hombres y mujeres a lo largo de la historia, hemos vivido un encuentro personal con Cristo, ese encuentro ha despertado en nosotros el horizonte de una amistad y de una vida que ha iluminado nuestra existencia y nos ha abierto un futuro de realización personal y de plenitud en el amor. Cristo se ha hecho una persona cercana, visible, palpable (1 Jn. 1, 1-5).
Esta experiencia de amor, de impacto fuerte como la de S. Pablo al encontrase con Jesús (Hech. 9, 3-6) es necesario recordarla, revivirla, dialogarla con él, pues allí se encuentra la fuente de nuestra misión, de nuestra vida al lado de Jesús. Dios mismo me ayuda a recordar estos primeros momentos de amor “De ti recuerdo tu cariño juvenil, el amor de tu juventud…” (Jer. 2,1-3).
Este fue el comienzo de una amistad cercana con Dios, de una historia larga de subidas y bajadas, de una historia que se ha escrito en el papel de mis cuadernos de oración, pero sobre todo se ha escrito en mi corazón. Evalúa: ¿Sigo teniendo vivo ese encuentro personal con Dios, recuerdo las palabras que me dirigió? ¿Aún esa experiencia me motiva a seguirlo?


MARTES: TE LLEVARÉ AL DESIERTO Y HABLARÉ A TU CORAZÓN
La amistad que tenemos en este momento con Dios se ha forjado con encuentros, palabras y promesas. Promesas de amor que Él nos ha hecho a cada uno, de las cuales tenemos la esperanza que se cumplan y que Él nos recuerda en momentos difíciles, porque nunca nos abandona aunque los problemas estén a punto de ahogarnos, aunque sintamos que las situaciones nos queman él está allí siempre (Isaías 43, 1-3).
Recordar el amor que hemos recibido en este camino ensancha nuestro corazón y nos libera de prejuicios hacia los demás, aquellas personas que me era imposible aceptar y amar antes de encontrarlo a Él. (Isaías 54, 2-3).
Tus palabras de amistad han conquistado nuestro corazón nos has seducido al dirigir tu voz hacia nosotros, al ser capaces de escucharte en nuestro corazón, desde aquél retiro, desde aquella primera oración profunda en donde comenzamos a enamorarnos de ti. (Oseas 2,16)
De esta manera nos has convertido en apóstoles enamorados y seducidos por ti, que no dejan de proclamar tus palabras (Jeremías. 20,7). Así se cumple lo propio de un apóstol, el objetivo de nuestra escuela que es poder estar contigo, enamorarnos de ti y desde allí predicar tu palabra.
Evalúa: ¿Sigue vivo el amor por ti, confío en tus promesas en las peores situaciones? ¿El encuentro contigo me impulsa a proclamar tu palabra?


MIÉRCOLES: DIOS PERMANECE FIEL AUNQUE YO SEA INFIEL
En nuestro camino de amistad con Dios hemos tenido momentos de fidelidad y otros de infidelidad, momentos de avanzar y otros donde parece que retrocedemos, momentos en que nos caemos y otros en los que nos levantamos, momentos de tristeza y otros de felicidad.
Pero aunque experimentemos mucha inestabilidad hay alguien que es estable porque permanece fiel en todas las situaciones (2 Timoteo 2,13), aunque pequemos, dejemos de asistir a la escuela de apóstoles y muchas veces obremos de forma contraria al evangelio y los valores de Jesús, Él continúa asumiendo nuestra vida. Dios asume nuestras vidas hasta el final y con todas las consecuencias, nos ama hasta el extremo de nuestra verdad, hasta el extremo de nuestro pecado, hasta el extremo de nuestra infidelidad; nos ama como somos y como estamos; es fiel y nos da la oportunidad de volver a comenzar (Juan 13, 1). Como a Pablo le diste una misión y una llamada de confianza a pesar de que estaba en contra de ti (Hechos 9, 13-15). Evalúa: ¿Experimento la fidelidad de Dios en mi vida o lo sigo basado en mis propias fuerzas? ¿Me repongo de mis fracasos y debilidades por la confianza en Dios o dejo que estos me derrumben?

JUEVES: NOSOTROS TENEMOS LA MENTE DE CRISTO.
Este itinerario de amor Dios nos ha ido cambiado nuestra manera de pensar, nuestros criterios y valores por los cuales dirigíamos nuestra vida. Tal como a S. Pablo cuando lo derribó de su cabalgadura, lo derribó de sus seguridades, de sus leyes de vida (Hech. 9, 1-5); también a otros personajes del evangelio Él ha cambiado la forma de ver la vida (Luc. 19,8). En nosotros se ha ido haciendo este cambio ¿recuerdas tu forma de pensar antes de conocer a Dios? ¿Cuáles son los valores que él ha cambiado en tu vida?.
Jesús está trabajando en nuestra vida para que seamos sus representantes, sus embajadores y para esto nos va haciendo una nueva creación, va sacando de nosotros algo nuevo (2 Cor. 5, 17-20). Él desea que las personas cuando se encuentren con nosotros se puedan encontrar con ÉL. Nos invita a dar signos del Reino que Él predicaba: a ser compasivos, a no juzgar (Luc. 6, 36-38) a amar; desea convertirse en el centro de nuestra vida, que podamos ir teniendo su forma de pensar (2 Cor. 2, 14-16). Evalúa: ¿Aún me dejo transformar mis criterios por Cristo? ¿En realidad se encuentra Dios en el centro de mi vida?


VIERNES: HEMOS SIDO LLAMADOS A LA LIBERTAD
               La llamada de Jesús para cada uno de nosotros, en esta escuela de apóstoles y discípulos, es a la libertad (Gál. 5, 13-14) a la libertad de poder ser nosotros mismos, de vivir nuestra identidad; el ideal no podemos vivirlo como un modelo al que tenemos esforzarnos por llegar, como algo ajeno a nuestra persona, se trata de descubrir nuestra propia identidad, de llegar a descubrir nuestra verdad definitiva, para llegar a ser libres; tal como dijo Jesús: “Conocerán la verdad y la verdad los hará libres” (Juan 8, 31-32) Por eso se trata de un camino donde Dios me ayuda a superar mis ataduras, aquello que me impide vivir lo que Él quiere de mi, que no me deja ser feliz y que lo desplaza como el núcleo de mi persona.
Por estas ataduras muchas veces experimentamos que el ideal de Dios con nuestra vida es utópico, irreal e irrealizable y que los frutos del Espíritu Santo no están presentes en nuestra vida (Gal. 5, 22-23), aunque dediquemos la mañana del domingo a asistir a la escuela de apóstoles, aunque intentemos orar todos los días, aunque no faltemos en la semana a la escuela de la palabra, a veces sentimos que esto no es suficiente para vivir el Reino, para ser manso y humilde de corazón, para poner la otra mejilla y para perdonar 70 veces siete. Entonces ¿qué sucede? Es necesario descubrir las raíces de nuestras incoherencias, las razones profundas por las cuales no respondemos a los deseos de Dios con nuestra vida.
Evalúa: ¿Me experimento cada vez más libre en mi camino de seguimiento? ¿Conozco las razones por las cuales no soy coherente con el evangelio?


SÁBADO: EXAMÍNENLO TODO Y QUÉDENSE CON LO BUENO
               Enséñanos Señor entonces a detenernos y poder entrar en nosotros mismos, a descubrir en qué punto del camino nos encontramos, tal como aquél que realiza una carrera y evalúa si tiene fuerzas para llegar, si debe acelerar o desacelerar el paso, si debe aspirar más aire o si debe refrescarse con algo de agua. Que aprendamos Señor a reconocer no sólo lo que nos falta sino lo que hemos recorrido, el camino de amor y liberación que has hecho con nosotros hasta el punto en que estamos hoy.
El día de hoy siéntate y examina tu proceso globalmente, da gracias por todo lo que has recibido, por todo lo que has dado (que seguro ha sido mucho) da gracias por los medios que el Señor ha puesto y por lo que tú y la comunidad han puesto también. Este proceso es de toda la vida, uno no es apóstol en un momento, ni es cristiano en 10 u 11 años, se necesita toda la vida para llegar a ser lo mejor que se puede ser. Para llegar a encarnar a ese Jesús con el cual nos hemos encontrado y si queremos compartir la fe a otros será más efectivo mientras más cerca de Jesús estemos.
Efectivamente, el anuncio no adquiere toda su dimensión más que cuando es escuchado, aceptado, asimilado y cuando hace nacer en quien lo ha recibido una adhesión de corazón. Encíclica Evangelii Nuntiandi 28
               Pero no te desanimes que a todos nos falta camino, a todos cada día se nos da una nueva oportunidad para empezar por eso examina y quédate con lo bueno. (1 Tesalonicenses 5, 14-22)
Pregúntate: ¿Qué falta en mi proceso? ¿Qué medios faltan y cuáles he puesto: acompañamiento, compromiso personal, plan de trabajo, metas, etc.? ¿Qué cosas buenas ha dejado en mí este camino de ser apóstol y discípulo a quiénes he ayudado?


FAMILIA MISIONERA VERBUM DEI BARQUISIMETO. 25 -30 Octubre 2010.
Facebook: Verbum Dei – Barquisimeto

No hay comentarios:

Publicar un comentario