domingo, 23 de enero de 2011

PAUTAS DE ORACIÓN : ¿Mi objetivo y punto de mira? Formar apóstoles



Con el inicio del tiempo ordinario, ya en su tercera semana, se hace necesario retomar lo esencial en el día a día. Conviene retomar el para qué de nuestra escuela de apóstoles. Desde aquí encontramos que en la Familia Misionera Verbum Dei el “objetivo y punto de mira es formar apóstoles de Cristo de entre las gentes de todo estado de vida, sexo, raza y condición social” (CFMVD). Desde nuestro objetivo y punto de mira no sólo proyectamos sino que asumimos en lo cotidiano una serie de elementos que nos orientan al fin y a nuestra realización como apóstoles.


LUNES: Asumir ser apóstol (Mc. 1, 16-20)

Caminando junto a nosotros anda Jesús. Él va viendo nuestras vidas tal como lo hizo con la de Simón y su hermano Andrés, quienes siendo pescadores son invitados a una nueva realidad: “vengan conmigo les haré pescadores de hombres” (Mc. 1,17).
Esta invitación abre un nuevo horizonte y supone para estas personas asumir una nueva realidad: ser pescador de hombres. Simón y Andrés tan comunes y corrientes, personas ocupadas como tú y yo, ahora son llamados a “pescar” es decir sacar de las aguas de la incertidumbre, del miedo y la soledad a la humanidad. Sus vidas encuentran en Jesús un nuevo propósito, un nuevo destino, son llamados con un fin. Esto mismo hace Jesús con nosotros al hacernos enviados, es decir al llamarnos a ser sus apóstoles.
Ser apóstol es ser enviado a algo, pero ¿qué es ese algo? Jesús nos lo recuerda: “vayan por todo el mundo anunciando la Buena Noticia a toda la humanidad” (Mc. 16, 15) Señor ser apóstol suena bonito y me parece bueno, pero no basta porque el camino tiene sus altos y bajos, por eso me preguntas: ¿Quieres ser mi apóstol por este año? ¿estas dispuesto a asumir el camino conmigo?

MARTES: Asumir mi formación y los medios para el fin (Mc 3, 13-15)

Ser apóstol no es una llamada que tú y yo nos inventamos, ¿quién piensa en levantarse temprano un domingo? ¿Quién busca recorrer un largo trecho para reunirse con una pequeña comunidad? ¿Quién piensa en orar cada día o contagiarse la fe en una revisión de vida? Sin duda ha sido Jesús quien nos ha hecho descubrir un tesoro muy grande.
Desde este reconocer el tesoro que pones en mis manos: la vida eterna, me llamas a formarme. Asumir mi ser apóstol es asumir que estoy en una escuela de apóstoles para formarme: “no me eligieron ustedes a mí, yo los elegí a ustedes y los destiné para que vayan y den fruto, un fruto que permanezca” (Jn 15,16) Este fruto no se dará por cumplir o por quedar bien con un grupo de personas, nada más lejos de la realidad. Ese fruto que permanece, se dará en mi vida y la vida de otros, al asumir junto con mi llamada el proceso de formación y los medios que hacen posible la convivencia real con Él y envío a anunciar con el testimonio de vida y la Palabra (Cf. Mc 3, 14-15).
¿Valoro la formación que recibo? ¿Me preocupa o es indiferente recibir y buscar formación?¿estoy dispuesto y tengo las condiciones para formarme como apóstol este año?

MIÉRCOLES: Asume el ejercicio de oración (Mc. 1, 35-36)

Señor a tus amigos más cercanos tú les enseñas que la formación de un apóstol pasa por la oración, por eso muy de mañana sales y te dejas encontrar por Simón y  sus compañeros (Cf. Mc 1,35-36).
Señor tengo experiencias de que efectivamente el que permanece unido a ti da frutos (Cf. Jn 15,5), frutos de amor, de esperanza y de fe, para con mi vida, la vida de los demás y crezco en la amistad contigo, sin embargo mi mente lo sabe pero el corazón se paraliza y le atraen otras cosas. Digo que no oro porque no tengo tiempo, sin embargo muchas veces es la sensación de inutilidad de esos momentos de estar leyendo tu palabra y escribir la oración lo que me hace dejarte sin pensarlo mucho. ¡Cuánto desearía Señor que fueras alguien importante en mi vida! ¡Cuánto desearía que me doliera dejar de buscarte!
Señor, que pueda descubrir que la oración no es más que el encuentro con el amigo que nunca se va, pues ciertamente muchas personas han pasado y pasarán por mi vida, pero sólo tú no me dejarás pues eres eterno, mi padre, mi madre y hermanos ya no estarán, ¡qué decir de una pareja y de un hijo! Sólo tú siempre estarás conmigo, ¿por qué cambiarte por lo que es pasajero?
Enséñame a asumir, a hacer mía la oración personal de cada día, pues ahí me das no sólo tu compañía sino que me das tus mismos sentimientos, criterios y modos de afrontar la vida.
¿Siento la necesidad de orar o me he hecho indiferente? ¿Cada cuanto busco leer la Palabra de Dios? ¿Cómo oro y qué dificultades tengo?  

JUEVES: Asume el ejercicio de fraternidad (Hch. 2, 42-47)

Así como en la vida ordinaria un ejercicio determinado desarrolla una parte del cuerpo, así mismo en el contacto diario con cada persona que conozco voy desarrollando un aspecto de mi vida. ¿Cuántas veces he ejercitado la paciencia, la solidaridad, la firmeza y la generosidad, entre  otras cosas, en mi casa, ambiente de trabajo, o de estudio y en la misma calle? (Cf. 1 Co 13)
Cada persona, a manera de un instrumento, me ayuda a ejercitarme en amar en lo concreto. A nivel de fe, me has regalado una comunidad de fe. La escuela de apóstoles es el ambiente idóneo para desarrollar lo que profundamente soy: discípulo de Cristo.
En este sentido mi presencia en la escuela no es un añadido, es una riqueza para los restantes miembros y así mismo cada uno me aporta algo. Más aún el relacionarme a un nivel de contagio de fe, revisión de vida, me introduce en un espíritu real de comunión. Dejar de compartir a este nivel es reducir el potencia de mi corazón y reducirlo sólo al ámbito de los que me “caen bien”.
Mi comunidad es mi familia de fe en donde voy creciendo, dejándome amar y ayudando a mis hermanos, donde cada domingo compartimos la eucaristía, la enseñanza de la Palabra y me capacito para el plan que Dios me propone (Hch. 2, 42-47)
¿Es para importante para mi asistir a la escuela de apóstoles?¿qué situaciones me cuestan asumir de la fraternidad? ¿Qué significa para revisión de vida y los contagios de fe para mí?  

VIERNES: Asume el ejercitarte en la cruz (Jn 16, 33)

Jesús a sus discípulos les presenta la dificultad como escuela de formación como apóstol: “En el mundo tendrán que sufrir, pero tengan valor: yo he vencido al mundo” (Jn 16,33) Asumir la cruz de las dificultades de la vida nos hace fuertes, sin embargo vale la pena preguntarnos ¿lo veo y siento así?
Cuando las cosas marchan bien resulta fácil salir y compartir, pero cuando no andan bien salen en mí deseos de desistir de la oración, la ayuda en comunidad y la misión. Señor olvido que tú no quieres gente ya formada, sino que vas capacitando a quienes asumen las dificultades en la salud, el hogar, la pareja, la familia, con los amigos, en la comunidad. Así me vas robusteciendo interiormente para que no sea como una veleta a merced del tiempo que gira de un lado a otro. Me recuerdas que: “el que quiera seguirme, niéguese a sí mismo, cargue con su cruz y me siga” (Mc. 8, 34)
Señor tu sabes que el Reino de los cielos es para los esforzados y que en el activismo que me envuelve hay que asumir la cruz del seguimiento, la cruz de mi crecimiento y realización como apóstol que lleva una escuela de la palabra y tiene a cargo otras personas. Me muestras que así como “una mujer va a dar a luz, está triste, porque le llega la hora. Pero cuando ha dado a luz a la criatura, no se acuerda de la angustia, por la alegría que se siente de haber traído un hombre al mundo” (Jn 16, 21) así también es el proceso de gestación de mi ser apóstol.
¿Qué dificultades encuentro para vivir la oración, el compartir fraterno y la oración? ¿cómo afronto esas dificultades? ¿quiero y puedo asumir las dificultades de formarme como apóstol? ¿quiero y puedo asumir las dificultades de formar a otros como apóstol?

SÁBADO: Asume el ejercitarte en la misión (Mc 1, 37-39)

Desde el diálogo con el Padre (Cf. Mc 1, 37-39) Jesús sale a los pueblos vecinos, para predicar y expulsar demonios (Mc. 1, 37-39). Hoy día encontramos muchos demonios en la sociedad: la violencia, la soledad, la injusticia, el egoísmo, ¿te animas ya no sólo a sacarlos de ti sino desterrarlos de la vida de otros? Sólo el apóstol es quien se atreve desde su pobreza a tomarse de la mano del maestro y recorrer esos lugares: la casa, el trabajo, los vecinos, la familia, la universidad, la escuela.
La misión no es una actividad, es la respuesta de un corazón enamorado de Cristo que lleno de ese amor sale por los caminos a contagiar la Buena Noticia de que nuestra vida es muy valiosa pues somos hijos de un mismo Padre, la Buena Noticia de la fraternidad entre quienes piensan diferentes. Desde allí tiene sentido ir a una escuela de la palabra cuando hay una persona o veinte, desde allí tiene sentido hablar de la dignidad de la persona humana ante los que piensan que es ridículo.
Señor gracias porque como a María, la Divina Pastora, me llamas a apacentar rostros concretos cercanos a mí (Jn 21, 15-17). Gracias porque me llamas a asumir el caminar como discípulos junto con ellos, en comunidad.
¿Soy consciente de la necesidad de un apóstol en mi ambiente? ¿qué campo de apostolado voy desarrollando? ¿Qué personas he asumido en la labor formativa?


FAMILIA MISIONERA VERBUM DEI – BARQUISIMETO
24 AL 29 DE ENERO DE 2011

                                

Acolitado y lectorado de Richard y Rafael : 6 de febrero
Pre-pascua: 5 al 8 de Marzo
Pascua: 21 al 24 de Abril
Contactos:
Teléfonos: 0251-2737625/0416-5579367/0426-3370604

domingo, 9 de enero de 2011

“Den gracias al Señor en todo momento” (1 tesalonicenses 5,18)



Esta semana proponemos orar con el evangelio de Marcos de la liturgia dando gracias a Dios por el año que ha finalizado, por todas las experiencias positivas y negativas vividas en él y por todo lo recibido en este periodo de mi vida. También te invitamos a poner en manos de Dios este  año que comienza todos tus proyectos, tus metas, tus propósitos; que el Espíritu Santo pueda guiar tu vida en este tiempo y que le dejes actuar a él.

LUNES: DIOS VUELVE A CONFIAR EN MÍ.
“Síganme los haré pescadores de hombres” (Marcos  1, 14-20)
En este año el Señor me vuelve a llamar y a confiar la misión, pone de nuevo vidas en  mis manos. ¿Qué proyectos, actividades y personas el Señor me confía este año?
MARTES: CONFÍA EN EL PODER DE SU PALABRA
“Los oyentes  quedaron asombrados de sus palabras” (Marcos 1, 21-28).
Las palabras del Señor son siempre vigentes y no se vencen año con año, aunque hayan  cosas que este año no se cumplieron pero él sigue teniendo fuerza en mi vida y quiere seguir expulsando los males de mi vida. ¿Qué situación del año pasado necesita ser iluminada con la palabra de Dios?
MIÉRCOLES: RECONOCE LOS MILAGROS EN TU VIDA
“Curó a muchos enfermos de diversos males” (Marcos 1, 29-39)
En este tiempo Dios ha realizado muchos milagros en mi vida curándome de diversos males, ha obrado mucho bien  en  personas que conozco. ¿Reconozco los milagros que Dios ha hecho en mí este año, lo que he avanzado en su seguimiento?
JUEVES: ENFRENTA LOS NUEVOS RETOS CON ÉL.
“Si tú quieres puedes curarme” (Marcos 1, 40-41)
Las dificultades, los problemas y las heridas  que puedan surgir en  este año que comienza son inevitables, no podemos vivir sin ellas son  parte de nuestra  vida pero podemos utilizarlas como un medio para acercarnos a Dios. ¿Qué debo pedir a Dios que me salve o que me cure en este nuevo año?
VIERNES: APÓYATE EN LA FE
“Viendo la fe de aquellos hombres le dijo: tus pecados te quedan perdonados”. (Marcos 2,1-12) Que el Señor pueda aumentar mi fe en  este tiempo y que mi fe sea mi apoyo para vivir los nuevos  retos y las dificultades. ¿En qué situación necesito más fe?
SÁBADO: EL PECADO NO LIMITA SU AMOR
“No son los sanos los que necesitan médico, sino los enfermos” (Marcos 2,13-17) 
Aunque el año pasado haya cometido muchos errores el Señor se acerca a  mí sabiendo que lo necesito no sólo yo sino muchos que se descartan por la vida que llevan. Que pueda anunciar esto: no he venido para los justos sino para los pecadores. ¿A quién necesito tratar con más misericordia este nuevo año?

  FAMILIA MISIONERA VERBUM DEI- BARQUISIMETO. 9-15 de Enero 2011. 
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