martes, 30 de noviembre de 2010

Pautas Adviento: Dios se manifiesta entre nosotros


Lunes: “Se nos manifestó la ternura de Dios”
Después de celebrar el fin del año Litúrgico fiesta de Cristo Rey del Universo, y la llegada del adviento, en ambas celebraciones se realiza una manifestación, la cual vemos cuando Jesús nos visite al final de los tiempos, y cuando vino a este mundo hecho hombre.
Hoy como en otros tiempos la gente sigue esperando la Navidad, por eso para tener claridad de cómo hay que esperar la navidad y así no equivocarnos, es necesario remontarnos a nuestros antepasados, ya q en aquellos tiempos también se esperaba la venida del Mesías, del salvador, y preguntarnos: ¿Cómo esperaba el pueblo de Israel al Mesías?
“Lo esperaban poderoso, y vino en la pobreza, lo esperaban un guerrero, y fue paz toda su vida, lo esperaban Rey de reyes y servir fue su reinar”, y asimismo la forma como los discípulos esperaban el fin de los tiempos, algunos lo esperaban que vendría de forma espectacular, otros pensaban que vendrá con un látigo para castigar a los malos, otros dicen que al final estará con los ojos llenos de furia, y con fuego y azufre, pero todo esto no son más que falsas imágenes, que incluso hoy tenemos y por eso nos hacen alejarnos más de Él, pero realmente ¿En que momento y cómo se manifestó nuestro Dios?, Dios se nos manifestó cuando éramos pecadores, cuando no éramos ni buenos, ni santos, éramos esclavos del placer e insoportables (Tito3,3)
Generalmente ¿A quiénes se les manifiesta Jesús?: A los pobres, a los enfermos, a los pecadores, etc.
Pero, así como ayer, hoy se sigue dando que a los que Jesús se les presenta tienen un santo temor, algunos es el temor de que cuando Jesús me empieza a hablar claro, empiezo a huir de él, por eso Jesús hoy te pregunta ¿Qué miedos tienes tú?, Por que tienes miedo si yo vengo ante ti con designios de paz y no de aflicción (Jer 29,11), yo no vengo ante ti con cuchillos, palos,… yo vengo ante ti manifestando mi bondad (Tito 2,11-12; 3,4), Dios viene ante ti en un niño, con una mirada de ternura, de cariño, de amor, para q experimentando este amor, puedas ser con toda tu vida manifestación de la ternura de Dios a tantos hombres y mujeres que no han experimentado calor de hogar en sus vidas. ¿Qué imagen tienes de la venida de Jesús y cómo esperas su venida en tu vida?

Martes: Se ha hecho Visible el Reinado de Dios

¡Venga a nosotros tu Reino! “Este es el Rey de los judíos” (Lc 23,38).
 Al comenzar este nuevo Año Litúrgico, y este Adviento, ¡cómo quisiera querido Dios, que nuestros corazones se abrieran a ti por completo! ¡Necesitamos con urgencia tu venida a cada uno de nosotros!... ¡Te valoramos tan poquito!... ¡Te cambiamos por tan poca cosa!... ¡Ven, Señor, Jesús, ven a cada uno de nosotros! Danos la gracia de revalorarte a ti, así como eres, no queriendo inventarnos otros caminos…
¡Viniste, Señor, y te hiciste uno de nosotros, eligiendo caminos tan diferentes a los que nosotros buscamos…!: No fue el esplendor, la gloria, la sobreabundancia de los reyes de la tierra, lo que nos viniste a compartir. ¡Tu Reino, es muy diferente!. “Mi Reino no es de este mundo” (Jn 18,36).
Te proclaman Rey, al final de tu vida, entre insultos, desprecios, humillaciones… En la cruz, encima de Jesús, había una inscripción que decía: “Este es el Rey de los Judíos” (Lc 23,38), y estaba escrito en hebreo, griego y latín, era proclamación abierta al mundo entero. En la hora de la máxima humillación, Jesús, los títulos que te daban de Mesías y de Rey eran cuestionados, eras burlado: Lc 23,37. Así fue toda tu vida, muy en especial tu pasión y muerte: Desprecios, burlas, humillaciones… ¿Y cuál fue tu respuesta?
Sólo albergas en tu corazón: Amor, perdón, misericordia, paz, para todos… ¡Jesús, eres Rey desde la cruz!, por tu unión constante afectiva y efectiva con el Padre y el Espíritu Santo. ¿Qué hacemos nosotros ante las humillaciones…?
¡Perdemos tantas veces la cabeza!, y allí, sólo hay  desamor, violencia, mal trato, para todos. Ven Jesús, ven a reinar en nuestros corazones solitarios, olvidados de ti y por ello incapaces de: “VENCER EL MAL A FUERZA DE BIEN” (Rm 12,21). “Ven, Señor y no tardes, ilumina los secretos de las tinieblas y manifiéstate a todas las naciones” (Hab 2,3; 1Cor 4,5). Si te tengo a ti Señor, nada me falta (Cf. Sal 23).
“…Buscaré sólo tu Reino de amor, de justicia, de paz, para propagarlo y compartirlo entre todos tus hijos, mis hermanos, de toda raza, lengua, pueblo y nación. Tu Reino será para mí la única riqueza, temporal y eterna, que quiero convivir por igual entre todos…” (Fórmula de consagración FMVD)El Emmanuel, Dios con nosotros se nos ha hecho visible, haciéndose uno de nosotros, como nosotros, “Así te necesito de carne y hueso, así sufriente, corporal y amigo, como te entiendo” (L.H)

Miércoles: Se ha hecho visible la Paz de Dios
"Un nuevo Reino está amaneciendo, Es un Reino de Paz, es un reino de Amor, es un Reino de justicia y libertad, donde reina la hermandad, donde reina el Rey de Reyes de verdad".
Tú, Señor, viniste a inaugurar un nuevo tiempo, un nuevo Reino. Tú eres Rey (Lc 23,35-43) y como tal,  "ya sí", reinas Tú sobre nosotros, Señor, pero "todavía no", plenamente. Ninguno de los continentes, Señor, es todavía tu Reino. Pero "ya sí" reinas, y por eso, concluimos y reiniciamos el año litúrgico cargados de esperanzas y retos, repletos de sueños, de deseos, de súplicas y de fuertes desafíos: Un futuro de Paz, un futuro de armonía, un futuro de Alegría, un futuro de espacio para el Amor.
"En días futuros, el monte de la casa del Señor será elevado en la cima de los montes...y hacia él confluirán todas las naciones. Acudirán pueblos numerosos que dirán: Vengan, subamos al monte del Señor, a la casa del Dios de Jacob" (Is 2,2-3). ¿Quién no sueña, Señor, con esa humanidad unificada en una casa común, conviviendo con un mismo Dios y Padre, en una estrecha fraternidad universal? Quisiéramos ya una tierra sin fronteras, sin confines, sin aduanas, sin prejuicios. Quisiéramos un hogar en el que quepamos toda esa inmensa familia de la humanidad (1Cor 15,24). 
"El Señor gobernará a las naciones y enderezará a la humanidad. Harán arados de sus espadas y sacarán hoces de sus lanzas. Una nación no se levantará contra otra y no se adiestrarán para la guerra" (Is 2,4). ¿Quién puede erradicar de nuestro mundo, Señor, el instinto belicoso, agresivo y ofensivo que desde que existe la humanidad nos hace vivir peleando, discutiendo, batallando y combatiendo? La hostilidad siembra en nuestros ambientes discordia, contienda, discusión por doquier. Estamos siempre preparándonos para la guerra, y no obstante, deseamos un presente y un futuro de paz. ¡Cuántas lanzas que atraviesan al otro! ¡Cuántas actitudes que terminan en el blanco del corazón de las personas!¡Cuántas espadas, palabras, comentarios, conversaciones que generan malos entendidos, que cortan la esperanza al otro, que eliminan el ánimo al otro, que manifiestan engaño y mentira!

Jueves: Se ha hecho visible la Eternidad de Dios
“La Vida se dio a conocer, hemos visto la Vida Eterna, aquella q estaba con el Padre y que se nos dio a conocer (1Jn 1,2)
Nuestra Vocación al cielo se va abriendo camino, en medio de tantas búsquedas, por querer encontrar la plenitud ya en este mundo; queremos ya en este mundo saciar nuestra sed de felicidad, contemplación, verdad, Fraternidad, libertad, etc.
¿Pero que nos ha pasado siempre?, Que siempre nos hemos encontrado con el “Ya sí, pero todavía no”, Ya sí estoy feliz, pero no plenamente, ya sí vivo la fraternidad pero no como quisiera q sea, etc.
Queremos satisfacer totalmente nuestros deseos de riqueza en este mundo, queremos en este mundo no hayan pobres y sin embargo como dijo Jesús: “a loa pobres siempre los tendremos entre nosotros (Jn12,8)
Remontándonos a nuestros antepasados, siempre vemos como el Pueblo de Israel, siempre esperó en un más allá ante las incertidumbres que vivía, allá por los siglos VI a.c. se empezó a vislumbrar con más fuerza la idea de la Vida Eterna, ya que se veía cada vez más como a los justos les iba mal, sufrían y morían por ser fiel a Dios, y sin embargo a los malos les iba bien, y no pasaban ninguna contradicción es este mundo, por eso se decía que tenía que existir otra vida donde me haga palpar la verdadera Justicia, en Verdad tiene que existir la eternidad donde se haga realidad nuestros sueños, nuestros anhelos, por eso nuestro Padre Dios en su infinita bondad, quiso manifestarnos ya en la persona de su hijo la vida eterna: “El Infinito se hizo pequeño, el Eterno se hizo caduco, Dios ser Espiritual, se hizo de carne y hueso, como tu y yo”, en su persona quiso manifestarnos la plenitud de Dios, vino a colmar y a superar todas las expectativas que se tenían del Mesías, Él vino a hacer presente la eternidad De Dios entre nosotros, vino a nuestro suelo, para llevarnos a su cielo.
Por eso podemos decir con seguridad que él es nuestra salvación, ya que él mismo señor no dice: “Tanto amó Dios al mundo, que envió a su hijo único, para que todo el que crea en Él, tenga vida eterna” (Jn 3,16)          
Asimismo nosotros como sus apóstoles estamos llamados a manifestar la vida eterna con nuestra vida y las palabras (Jn1,3; Rm 8,19-ss)

 

Viernes: Se ha hecho visible la Paternidad de Dios

Uno de los rasgos que siempre admiramos de Jesús, es su corazón abierto a todos. Tú, Señor, acogías a los pecadores (Lc 15,1-3), comías con los ricos que el pueblo rechazaba (Mt 9,9-14), eras amigo de los samaritanos (Jn 4), te acercabas a los leprosos, ciegos, enfermos, prostitutas... a los cuales era prohibido  (Lc 5,11ss; Mc 10,46ss; Lc 7,37ss).
Podríamos decir que tu corazón Jesús, es siempre una puerta abierta para todo hombre, de toda condición, de toda raza, de todo pueblo y estado..., gracias Jesús por venir a mostrarnos el verdadero rostro del Padre: “Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Jn 14,9), este mismo rasgo de Paternidad es el que quiere vivir la Iglesia católica: “universal”, y es lo que como Fraternidad Verbum Dei queremos plasmar: que en los 5 continentes donde estamos, todos seamos esa gran familia dispuesta a acoger a todo peregrino, a todo hombre que se acerca buscando tu amor: “Ensancha el espacio de tu tienda... te expandirás a derecha e izquierda” (Is 54,1-3).

Este es el lema y objetivo de nuestra comunidad: “Formaremos apóstoles de Cristo de toda raza, sexo, estado y condición” (Const. VD 1). Niños, adolescentes, jóvenes, parejas, ancianos... todos deben caber en nuestro corazón y por ende en nuestra fraternidad, estamos llamados a formar Iglesia, familia de Dios, como diría Pablo: “Judíos, esclavos, libres, todos somos uno en Cristo”.
Señor, ensancha mi corazón para que quepa en él toda tu familia, que sea capaz de romper fronteras geográficas, que no sólo ame a los de mi apellido, a los de mi raza, a los que me caen bien; que mi corazón y nuestra comunidad sea un centro de acogida de todos los que tú nos confías. Qué sepamos dar la vida como Tú por la Iglesia: “Cristo amó a la Iglesia y dio su vida por ella, purificándola con el baño de la cruz, para presentarla limpia y pura al Padre” (Ef 5,25-27). ¿Acojo a todos o tengo acepción de personas?, ¿doy la vida por mi hermano como Cristo o lo dejo perder?
Regálanos señor un corazón de Padre y Pastor para acoger a cada uno de tus hijos.

 

Sábado: “Se ha hecho visible la Pequeñez de Dios”

Los caminos de Dios no son nuestros caminos, ya que Dios siempre para realizar y llevar a cabo una gran misión, siempre ha querido contar con lo pobre, pequeño y frágil, por eso para llevar a cabo su plan de salvación, escogió a una mujer pobre y sencilla como nuestra Madre la Virgen, para que cuidara de su hijo, le amamantara, le cuidara, y le enseñara a orar, como ella lo sabía hacer.
Dios mismo quiso ser un niño, quiso ser un Dios pobre, pequeño y sin poderes, como para decirnos a nosotros cada vez que experimentemos nuestra pequeñez, nuestra pobreza, en cada camino o encrucijada, en cada misión que realicemos, podamos ver que para Dios no hay nada imposible, que él de nuestros 5 panes y 2 peces, reparte para multitudes.
ojalá que cada vez que veamos que el proyecto que Dios pone en nuestras manos podamos decir como nuestra Madre: “Hágase en mí, según tu palabra”
Jaime Bonet dice: “María, es imprescindible en nuestra vida cristiana, ella acompaña el ritmo de nuestro vivir…”. Por eso Madre, hoy venimos a Ti, para decirte: “acompáñanos”, enséñanos a manifestar la ternura de Dios, y a construir el hogar del Padre.
¡Cuántas tentaciones tenemos a lo largo del camino: desistir, pensar que esta misión no es eficaz, no creer en la comunidad,  mirarnos entre nosotros mismos y ver más la pobreza, que la riqueza de cada uno!  Tú María,  que estuviste al píe de la primera comunidad y no te cansaste de los elegidos del Señor, nos enseñas a no desistir, a insistir, a dejar que el grito de tengo sed de Jesús, cale tanto en nuestro corazón que no podamos decirle que no. Mamá, ayúdanos para que en comunidad seamos fieles al carisma del anuncio de la Palabra, que insistamos, enseñemos, amemos y demos la Palabra de Vida (2Tim 4,1-5). ¿Estamos viviendo en fraternidad nuestro carisma de la Palabra o qué hacer para crecer más y ayudarnos?
La mayor enseñanza que nos das Mamá, es escuchar la necesidad de Jesús y atenderle en los hermanos. Tú, Madre, escuchaste el grito de tengo sed de Jesús (Jn 19,26-29) y le atendiste siendo fiel a la misión de velar por sus discípulos.



Actividades:

Bingo Pro fondos en Guanare: 05 de Diciembre

Misión Navideña Alta Gracia 2010: 15 al 22 de Diciembre
Misión Navideña La Mora 2010: 12 al 19 de Diciembre


FAMILIA MISIONERA CATOLICA VERBUM DEI

Contactos: Teléfonos: 0251-2737625/0416-5579367/0426-3370604
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Barquisimeto, 28/11-05/12 de 2010

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