domingo, 20 de marzo de 2011

Cuaresma: camino de conversión

PAUTAS DE ORACIÓN


Cuaresma: Camino de conversión

La conversión es un camino en el cual se precisa un deseo grande de Dios, de su amor en nosotros. Por eso la cuaresma es un camino en el cual se nos invita a profundizar en el amor de Dios por nosotros, ese amor se manifiesta más grande en nuestra debilidad. Dios sigue amándonos esa es la certeza que debemos adquirir. Nuestro pecado es una llamada a estar más cerca de Dios. Que este tiempo de cuaresma nos sirva para conocer lo bueno y lo grande que es el amor de Dios por nosotros.

Esta semana vamos a orar con los evangelios de la eucaristía de cada día recorriendo con la Iglesia este mismo camino.

LUNES

Lucas 6,36-38. Ser misericordioso como vuestro Padre es misericordia. Las bienaventuranzas para los discípulos (Lc 6,20-23) y las maldiciones contra los ricos (Lc 6,24-26) no pueden ser interpretadas como una ocasión para que los pobres se venguen de los ricos. Jesús manda tener la actitud contraria. Y dice:"¡Amad a vuestros enemigos!" (Lc 6,27). La mudanza o la conversión que Jesús quiere realizar en nosotros no consisten en algo superficial solamente para invertir el sistema, pues así nada cambiaría. El quiere cambiar el sistema. La Novedad que Jesús quiere construir viene de la nueva experiencia que tiene de Dios como Padre/Madre lleno de ternura que acoge a todos, buenos y malos, que hace brillar el sol sobre malos y buenos y hace llover sobre justos e injustos (Mt 5,45). El amor verdadero no depende de lo que yo recibo del otro. El amor debe querer el bien del otro independientemente do lo que él o ella hacen por mí. Pues así es el amor de Dios por nosotros. El es misericordioso no solamente para con los buenos, sino para con todos, hasta “con los ingratos y con los malos” (Lc 6,35). Los discípulos y las discípulas de Jesús deben irradiar este amor misericordioso. • Lucas 6,37-38: No juzgad y no seréis juzgados. Estas palabras finales repiten de forma más clara lo que él había dicho anteriormente: “Así, pues, tratad a los demás como queréis que ellos os traten” (Lc 6,31; cf. Mt 7,12). Si no deseas ser juzgado, ¡no juzgues! Si no deseas ser condenado, ¡no condenes! Si quieres ser perdonado, ¡perdona! No te quedes esperando hasta que el otro tome la iniciativa, ¡tómala tú la iniciativa y comienza ya! Y verás que todo esto ocurre. La Cuaresma es tiempo de conversión. ¿Cuál es la conversión que el evangelio de hoy me pide? ¿Has procurado ser misericordioso como el Padre del cielo es misericordioso?

MARTES


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